domingo, 1 de febrero de 2009

REGLAMENTO MINISTERIO LECTORES

REGLAMENTO INTERNO
MINISTERIO DE LECTORES
PARROQUIA INMACULADA CONCEPCION
HUEHUETENANGO


I. DE LOS LECTORES
De Quien pueden ser lector: Puede ser lector cualquier miembro de la Parroquia, que sea católico practicante, que ya haya realizado ya su confirmación, hombre o mujer, completamente iniciado en la Iglesia y que su vida sea un testimonio de la palabra que se proclama.
Como puede iniciarse un aspirante en el ministerio de lectores: Luego de una preparación adecuada, a cargo de la comisión de preparación de la junta directiva, y luego de la asistir a reuniones durante tres meses, será instituido en su ministerio públicamente mediante una bendición, de preferencia en una misa dominical, para prestar un servicio durante al menos dos años.
Cual será la tarea del lector: Presentar la palabra viva de Dios a la asamblea de la comunidad de fe que se reúne. Cuando se leen en la Iglesia las Sagradas Escrituras es Dios mismo quien habla a su pueblo... (Instrucción General para el uso del Misal Romano, n.9.) Por esa razón el ministerio de la palabra, debe de ser tratada con gran dignidad. Dentro de la liturgia, la palabra de Dios no es solamente para leerla, sino para proclamarla. Una proclamación bien hecha incluye la entrega del mensaje en una manera clara, convincente y a paso apropiado. También exige la habilidad de suscitar la fe en los demás, demostrando la fe personal. Siendo un ministerio en lo cual la fe del ministro está presupuesta, este ministerio deberá de aumentar la fe en aquellos que escuchan la palabra que se proclama.
Requisitos para el lector: El ministerio de la palabra requiere un entendimiento de las escrituras, conocimiento de los principios de la liturgia, y habilidad para leer en público, por lo que será imprescindible asistir a las reuniones del ministerio que se llevarán a cabo todos los sábados a las 7:30 p.m. en el salón del convento parroquial. Reuniones en las que se abordará en forma sistemática un análisis de las escrituras, formación constante y ensayos que mejoren las habilidades de los lectores.
Preparación espiritual del lector: La preparación espiritual incluye oración acerca del texto y reflexión del contenido de su mensaje; esto puede hacerse solo o en grupo.
Preparación bíblica del lector: La preparación bíblica incluye el entendimiento y la interpretación del texto en forma suficiente para que despierte una respuesta de parte de la asamblea. Esta preparación incluye la lectura del pasaje en su contexto, así como también la búsqueda de ayuda por medio de comentarios bíblicos y otros materiales.
Preparación práctica del lector: Incluye la pronunciación correcta de palabras dificultosas, el aprendizaje de la pronunciación correcta y la practica de la lectura del texto en voz alta, si es posible haciéndolo en presencia de alguien que sea capaz de corregir los defectos de la lectura.
Preparación inmediata del lector: Esto incluye el llegar con bastante tiempo antes de la liturgia (treinta minutos), localizar las lecturas en el Leccionario y revisar el sistema de sonido.
La revisión de los textos litúrgicos en curso, tratan el asunto del lenguaje con mucho cuidado. El lector no puede tomarse la libertad de cambiar los textos de la liturgia ya aprobados.
Sobre la repartición de las lecturas: De preferencia sería bueno tener un lector diferente para cada lectura. Es inapropiado que varias personas se dividan una sola lectura, excepto cuando se lee la Pasión del Señor. En la reunión sabatina del ministerio de lectores, deberá coordinarse quienes y que lecturas se harán en las diferentes misas dominicales, en la celebración de la palabra en la brigada militar, así como a las misas de toda la semana inmediata próxima.
Sobre la repartición de las lecturas en fechas especiales: los oficios especiales de adviento, cuaresma, semana santa, pascua y fiestas de guardar en el tiempo ordinario, serán asignadas a cada grupo a lo largo del año, y el cual deberá ser rotativo. Esta programación deberá incluirse en el calendario de actividades anual, elaborado por la directiva.
El lector sirve como uno de los fieles que asiste a la asamblea y tiene que participar en toda la liturgia. Es impropio que el lector solamente participe activamente en la liturgia de la palabra
Los libros que contienen la palabra deben de ser dignos y bien seguros, estos son el Leccionario y el Evangeliario. Las lecturas siempre se proclaman de libros litúrgicos que son los libros oficiales. Por la dignidad que exige la palabra de Dios, no deben ser sustituidos por otros subsidios de orden pastoral
El lector, en la ausencia del diácono, deberá de llevar solemnemente el Evangeliario en la procesión de entrada, el cual siempre se coloca en el altar. El Leccionario de la Misa nunca es llevado en la procesión (Instrucción General para el uso del Misal Romano n. 120) y debe de colocarse de antemano en el ambón.
La introducción a alguna lectura, por ejemplo: “Lectura del Libro del Exodo” y el final de la lectura “Palabra de Dios,” debe distinguirse del texto de la lectura por medio de una breve pausa.
Si el salmo responsorial se recita, los lectores deben de comenzarlo con la antífona y siempre repetir la antífona con la asamblea después de la recitación inicial y después de cada verso. No es necesario anunciar “La respuesta es o el salmo responsorial es…”
Los lectores nunca deben hacer algo para llamar la atención hacia ellos. El vestuario debe ser apropiado pero modesto, para demostrar el carácter de dignidad del ministerio. Para las misas dominicales se usará de preferencia el uniforme establecido, y para las misas de entre semana se deberá vestir pantalón o falda de color negro y camisa de vestir o blusa de color blanco, lo cual deberá quedar coordinado en la reunión sabatina, en lo interno de cada grupo.
Cuando le llegue su turno para proclamar la palabra, el lector debe acercarse al ambón caminando despacio, con dignidad y reverencia. Si pasa frente del altar tiene que hacer reverencia. Todos los movimientos deben de hacerse con armonía y nunca a la carrera.
De la contribución económica: cada lector podrá voluntariamente aportar una cantidad mensual, de la cual se llevará registro, y que servirá para el pago del personal de servicio en la parroquia, o para los gastos propios en que incurra el ministerio u otros gastos que la asamblea apruebe.



II. Obligaciones y Derechos de los lectores
Asistir a las reuniones generales sabatinas para coordinar todas las actividades propias del ministerio, para toda la semana inmediata próxima.
Asistir a los retiros, actividades parroquiales y todas aquellas planificadas y establecidas en el cronograma general anual del ministerio.
Acudir periódicamente a los sacramentos.
Cumplir con los servicios a los cuales nos hemos comprometido, o cubrir la ausencia con la colaboración de algún hermano.
Utilizar en la medida de lo posible el uniforme establecido, o bien anunciar su imposibilidad de hacerlo, a fin de poner de acuerdo al grupo.
El lector que por causas de fuerza mayor no pueda asistir a las reunión sabatina, y que desee servir en la misa que corresponda al grupo al cual pertenece, deberá presentar una solicitud verbal al coordinador de su respectivo grupo, el cual lo hará de conocimiento de la general en al reunión correspondiente, para poder ser tomado en cuenta en la programación semanal.
El lector que así lo desee podrá integrarse en un grupo diferente al que pertenezca, siempre y cuando presente su petición a la asamblea general y esta lo apruebe.
Todas las opiniones, sugerencias, o cualquier otra participación e inquietud de cualquier lector, serán atendidas con solicitud, esmero, atención y respeto.

III. DE LOS GRUPOS
Deberán organizarse para el servicio adecuado del ministerio, al menos cinco grupos de lectores para poder servir en las diferentes misas dominicales.
Cada grupo deberá nombrar un coordinador y un sub coordinador por un período de dos años.
Los grupos servirán en las misas dominicales de acuerdo a un cronograma anual rotativo que será preparado por la directiva y presentado a la general al inicio de su gestión.
Cada grupo podrá hacerse cargo de una o más misas entre semana, o de forma individual, a fin de cubrir todos las celebraciones eucarísticas.
Cada cinco semanas, y de acuerdo a la planificación anual, cada grupo deberá coordinar la reunión general sabatina, la cual buscará llenar la preparación espiritual, bíblica y práctica de sus hermanos lectores, tal y como se recomienda en los incisos anteriores.
En cada coordinación que corresponda al grupo, deberá de llevarse un obsequio que será rifado entre los asistentes, para sufragar los diversos compromisos que como ministerio se tengan adquiridos para con la parroquia.
Cada grupo decidirá la forma en que se repartirán las lecturas para las misas en las cuales deban servir, utilizando de preferencia un sistema rotativo, o cuando esto no fuere posible por cualquier circunstancia, conforme a la programación que presente el coordinador de grupo.

IV. DE LA JUNTA DIRECTIVA
De cómo se conforma: La Junta Directiva estará conformada de la siguiente manera: a) Coordinador General, b) Sub-Coordinador General, c) Secretario, d) Tesorero, e) Vocal.
Período de servicio: La Junta Directiva servirá por un período improrrogable de dos años.
Elección de nueva junta Directiva: La elección se llevará a cabo en el retiro de fin de año, eligiendo puesto por puesto, requiriendo solo la propuesta de uno de los miembros y la aprobación por consenso, o en el caso de varias propuestas para el mismo puesto, con la mayoría simple de los votos de la general. Asumirá la nueva directiva en la primera reunión del año siguiente.
Funciones de la Junta Directiva: La Junta Directiva tendrá como mínimo las tareas siguientes: a) Realizar un calendario anual de actividades, en el cual deberán establecerse por lo menos todas la fechas de coordinación de reuniones a cargo de los diferentes grupos, retiros, celebración de fechas especiales, programa de formación y otros que se consideren importantes; b) llevar un registro de lectores con todos sus datos personales; c) organizar un programa de formación general o específico para el ministerio de lectores; d) organizar al menos dos retiros al año; e) coordinar la celebración de fechas especiales; f) llevar registro de las contribuciones voluntarias económicas de los lectores, recaudaciones por rifas, venta en fondas, etc; g) participar en las asambleas generales o específicas del programa respectivo; h) coordinar la participación del ministerio en las actividades parroquiales; i) realizar los pagos que al ministerio le correspondan hacer como grupo de iglesia, j) nombrar una comisión permanente de formación de nuevos lectores, k) nombrar un asesor del ministerio de lectores, l) sesionar al menos una vez al mes, y las veces que se considere necesario, m) otras que la general considere convenientes.
Funciones del Coordinador: El coordinador general tendrá al menos las siguientes funciones: a) Planificar las reuniones mensuales ordinarias de la junta directiva, b) Convocar a reuniones extraordinarias de Junta Directiva, siempre que se considere necesario, c) Velar por el buen desempeño de las actividades del ministerio de lectores, d) Velar por el fiel cumplimiento del espíritu del ministerio así como de este reglamento, e) establecer el orden respectivo a fin de llevar a cabo reuniones sabatinas efectivas y que cumplan con los requerimientos que este reglamento contempla, e) exigir a sus compañeros directivos el cumplimiento de sus funciones específicas, f) asistir en representación al ministerio de lectores a las reuniones que la parroquia convoque.
Funciones del subcoordinador: Este deberá auxiliar al coordinador en todas las tareas propias del coordinador, así también le reemplazará en caso de ausencia, sea esta temporal o definitiva, y otras que el coordinador le asigne.
Funciones del secretario: Sus funciones serán: a) Llevar un registro histórico de los lectores, tanto activos como los que se han retirado, b) Presentar un listado programático de la distribución de los hermanos encargados de servir en el ministerio de lectores para cada misa por semana, c) preparar notas diversas que el servicio requiera.
Funciones del tesorero: a) Llevar un registro de ingresos y egresos en los fondos que el ministerio maneja anualmente, b) Realizar los pagos que el ministerio tenga como obligación en la parroquia.
Funciones del vocal: Auxiliar a todos los miembros de la directiva en diversas funciones.
Para la toma de decisiones tanto a nivel de junta directiva como a nivel de asamblea general de lectores, las mismas se tomarán luego de un amplio consenso y si esto no fuere posible, con la aprobación de la mayoría de los miembros la cual deberá contar finalmente con la aprobación parroquial.

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